Un apartado para repasar aquellos nombres de nuestro fútbol que, aun habiendo jugado en España, no disponen de cromo que llevarse a la boca. Ya sea porque eran canteranos que emigraron pronto, porque aparecieron en el mercado de invierno cuando aún no se publicaban estas incorporaciones, porque ficharon después de cerrarse la edición correspondiente o por lo que sea: aquí podremos encontrar los casos más sorprendentes para ilustrarnos y agradecer de alguna manera su contribución al balompié de este país.
¡Empezamos!
Frank Rikjaard
Abrimos fuego con este maravilloso todocampista que tuvo un breve paso como cedido por el Ajax de Ámsterdam en el Real Zaragoza durante el año 1988, previo a su salto al fútbol italiano donde haría historia en el mítico Milán de los holandeses junto a sus compatriotas Rudd Gullit y Marco van Basten más otros gigantes como Paolo Maldini, Roberto Donadoni, Franco Baresi o Carlo Ancelotti. Bien es cierto que Rikjaard cuenta con cromo en las ediciones de Este, concretamente en su época como técnico en el FC Barcelona, pero eso es harina de costal. Los registros hablan de que Frank solo disputó 11 partidos como jugador blanquillo sin lograr anotar ningún tanto, pero en La Romareda pueden jactarse de haber visto a uno de los mejores jugadores neerlandeses de siempre defendiendo los colores de su equipo.
Andy Gray
Slobodan Petrovic, magnate de la época, adquirió el hoy desaparecido Atlético Marbella en el año 1994 cuando el club se encontraba en la Segunda División del fútbol español. Las promesas llegaron en masa a la Costa del Sol, pero la mayor parte de ellas se desvanecerían cayendo en el olvido progresivamente. Lo que sí se cumplió en parte fue la llegada de jugadores de cierto nivel que, se suponía, ayudarían a que el club ascendiera a la ansiada categoría de oro lo antes posible. Aranalde, Ayarza, Spasic, Krunic, Luis Merino, Martín Domínguez, Milos Bursac, Lukic, Paunovic o el británico Andy Gray fueron algunos de los jugadores que desembarcaron en la localidad malagueña para tratar de conseguir el objetivo, algo que quedó muy lejos al terminar la temporada en la decimocuarta posición. Si bien ese primer curso supuso una decepción, la siguiente sería una auténtica debacle al finalizar el campeonato en la última posición a más de 20 puntos de la salvación. Pero nos fijamos en Andy Gray, un internacional con la selección absoluta de Inglaterra que permaneció en Marbella las dos temporadas referidas. Andy Gray era un mediocampista ofensivo que también podía jugar como delantero, un futbolista de clase con amplia experiencia en la Premier al haber jugado en el Crystal Palace, Aston Villa o Tottenham entre otros. La calidad de Gray se hizo notar desde el principio en el juego del equipo, pero también un carácter volcánico que le hizo ver tarjetas rojas en múltiples ocasiones, aunque la más surrealista fue la que se ganó cuando jugaba de visitante en el Estadio Salto del Caballo de Toledo al mostrar esa parte trasera donde no da el sol a la afición local en respuesta a los supuestos insultos racistas que estaba recibiendo.