Más conocido en España por la viral narración lacrimógena de un gol marrado que por sus virtudes futbolistas. Así se presentó en España el futbolista uruguayo Sebastián Abreu, más conocido como Loco Abreu, en el año 1998 para jugar con el Deportivo de La Coruña. Aunque no pudo mostrar sus cualidades en Riazor, se trataba de un interesante delantero que a lo largo de su carrera cosecharía múltiples tardes de gloria. Llegaría con tan solo 22 años para jugar media temporada en La Liga, pero volvería años más tarde para jugar con la Real Sociedad en Segunda División donde, a pesar de su buen rendimiento, tampoco lograría echar raíces. Ostenta el récord guinness como el futbolista que ha jugado en más clubes a lo largo de su carrera (32), así que resulta más sencillo recitar la lista de los reyes godos que la de los equipos en los que se ha desempeñado. También, de tal forma, podemos aseverar sin miedo a equivocarnos que Abreu debe de tener más camisetas de fútbol en su armario que la mismísima sección de deportes de El Corte Inglés. Por lo demás, apuntar que se trataba de un ariete a la vieja usanza, de gran talla (1,93 m), rematador y de los de brega continua con los zagueros rivales.
Loco Abreu
Más conocido en España por la viral narración lacrimógena de un gol marrado que por sus virtudes futbolistas. Así se presentó en España el futbolista uruguayo Sebastián Abreu, más conocido como Loco Abreu, en el año 1998 para jugar con el Deportivo de La Coruña. Aunque no pudo mostrar sus cualidades en Riazor, se trataba de un interesante delantero que a lo largo de su carrera cosecharía múltiples tardes de gloria. Llegaría con tan solo 22 años para jugar media temporada en La Liga, pero volvería años más tarde para jugar con la Real Sociedad en Segunda División donde, a pesar de su buen rendimiento, tampoco lograría echar raíces. Ostenta el récord guinness como el futbolista que ha jugado en más clubes a lo largo de su carrera (32), así que resulta más sencillo recitar la lista de los reyes godos que la de los equipos en los que se ha desempeñado. También, de tal forma, podemos aseverar sin miedo a equivocarnos que Abreu debe de tener más camisetas de fútbol en su armario que la mismísima sección de deportes de El Corte Inglés. Por lo demás, apuntar que se trataba de un ariete a la vieja usanza, de gran talla (1,93 m), rematador y de los de brega continua con los zagueros rivales.