Fabián Canobbio es la “lámpara” que le trajeron a Benítez en el Valencia cuando lo que necesitaba era una mesa (según las propias palabras del técnico madrileño), por lo que podemos entender que los comienzos del uruguayo en España no fueron sencillos. Aun así, jugaría con cierta frecuencia en aquella temporada 03/04, pero al año siguiente acabaría en Segunda División con el Celta de Vigo donde destacó sobremanera gracias a su depurada técnica, a su facilidad para abrir huecos y también por anotar un buen número de goles llegando desde posiciones intermedias. La fórmula siguió funcionando para completar cuatro temporadas en tierras gallegas y dos más en Pucela, donde también jugaría asiduamente.